Mi trayectoria profesional se ha centrado en la integración entre la psicoterapia y la neuropsicología clínica, destacando la importancia de articular ambos enfoques para favorecer procesos terapéuticos más eficaces. Considero que la intervención psicoterapéutica cobra mayor fuerza cuando se complementa con la estimulación y rehabilitación de procesos cognitivos y funciones ejecutivas, lo que permite una recuperación integral y sostenida en la salud mental de los pacientes.
Mi camino académico ha estado orientado a comprender el procesamiento psicoterapéutico desde diversas perspectivas. Realicé un Máster en Neuropsicología Clínica en la Universidad Internacional de Valencia y, en paralelo, he realizado especializaciones en distintos enfoques psicoterapéuticos como la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), la Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC), así como en abordajes humanistas como la Logoterapia y el Análisis Existencial. Del mismo modo, he profundizado en terapias de tercera generación, entre ellas la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y la Terapia Dialéctica Conductual (DBT), lo que ha ampliado mi visión profesional y sociocultural de la práctica clínica.
Esta formación se ha consolidado a través de una experiencia clínica diversa, trabajando en hospitales, policlínicos, centros de diagnóstico y consultorio privado, con población infantil, adolescente y adulta. En cada contexto, he podido aplicar un modelo integrador que combina la dimensión psicoterapéutica con la estimulación neuropsicológica.
Actualmente, esta vocación me impulsa a continuar mi formación en un Doctorado en Psicología, con línea de investigación en Neuropsicología, y a compartir mi experiencia como docente universitario en asignaturas de Neuropsicología y Métodos y Técnicas Psicoterapéuticas.